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Foto del escritorBryan Quispe

Romanos 1:16 - No me avergüenzo



Existen momentos donde la manera diferente de pensar te hace sentir avergonzado. Quizá por el temor a estar equivocado, y pensar que los demás tienen la razón. Sin embargo, el hecho de que la mayoría esté de acuerdo en algo no es la base para decir que sea lo correcto. En la experiencia de Pablo encontramos “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree…”RV60


“Los judíos consideraban a Pablo como apóstata. Había sido despreciado y perseguido entre los gentiles, expulsado de una y otra ciudad y considerado como ‘la escoria del mundo’ y ‘el desecho de todos’ (1 Cor. 4:13). Comprendía claramente que la predicación de la cruz era ‘locura’ para los griegos y ‘tropezadero’ para los judíos (1 Cor. 1:23). Pero como estaba tan completamente convencido de la verdad del Evangelio y él mismo había experimentado tan plenamente su bendición y poder, no sólo no estaba avergonzado en nada del Evangelio sino que aun se gloriaba en lo que era lo más desagradable para muchos: la cruz de Cristo (Gál. 6:14)”.[1]


La opinión de la mayoría puede causar un cambio de opinión en nosotros. Pero recordemos que lo que respecta al evangelio, todo es fiel y verdadero. Nuestra actitud debe ser firme, y no avergonzarse. “Los que realmente poseen la religión de Jesús no se avergonzarán ni temerán llevar la cruz delante de los que tienen más experiencia.... Hablarán de lo que el espíritu de Dios ha obrado en ellos. Cantarán y orarán acerca de ello. Es la falta de religión, la falta de una vida santa lo que torna negligente a la juventud. Su vida los condena. Saben que no viven como cristianos y por eso no tienen confianza ante Dios ni ante la iglesia.”— Testimonios para la Iglesia 1:154.

[1] Francis D. Nichol y Tulio N. Peverini, eds., Hechos a Efesios, trans. Victor E. Ampuero Matta y Nancy W. de Vyhmeister, vol. 6, Comentario Biblico Adventista del Séptimo Día (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1996), 472. Escrito por:

Bryan Daniel Quispe Cipriano













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