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Foto del escritorBryan Quispe

Y si estoy solo ¿ahora qué? - Isaías 46:4



¿Te has sentido solo? ¿Te han desamparado? ¿Cuál fue tu actitud? Estas, son preguntas de reflexión sobre la vida; y deben tener una respuesta diferente para cada uno. Somos libres de decidir la manera de actuar. Hoy estudiaremos una de las tantas promesas divinas “Aun hasta vuestra vejez, yo seré el mismo, y hasta vuestros años avanzados, yo os sostendré. Yo lo he hecho, y yo os cargaré; yo os sostendré, y yo os libraré”. Isaías 46:4 LBLA


Dentro de la historia del pueblo de Israel, Dios siempre estuvo dispuesto a librarlos de todo mal. Quizás podríamos decir, que eran como un niño mimado por sus padres; al cual se le da todo si lo pide. Pero en la historia, fueron ellos los que decidieron apartarse de Dios. Bien lo dice el profeta Daniel en su oración “hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho lo malo, nos hemos rebelado y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas” (Daniel 9:5 LBLA) Somos nosotros los que buscando lo que nos gusta, queriendo experimentar lo que no debemos; nos apartamos de la protección de nuestro Padre amado.


Dios es el mismo ayer, hoy y siempre (Números 23:19). Él estuvo pendiente de nosotros incluso antes de nacer y lo estará durante toda nuestra vida; pues él no cambia. Si como niños, nos hemos apartado y hemos tropezado, nos hemos caído y hemos llegado a sentirnos solos; como un Padre amoroso, Dios llega para sostenernos. “Dios nunca quiso que una persona fuera víctima de otra. Él protege celosamente los derechos de sus hijos…” (Ser Semejante a Jesús, 165.3)


Hoy podemos reflexionar, ¿te has alejado? ¿te sientes solo? Te preguntas también ¿ahora qué? Entonces recordemos esta promesa de Dios “yo os sostendré”, “yo os cargaré”, y “yo os libraré”; y ¿qué más podríamos desear? Siempre tenemos el cuidado de Dios, sus promesas siguen y seguirán vigentes. Cuando Jesús andaba en esta tierra dijo “Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar”. Una vez más recordemos que Dios no cambia; que la promesa hecha para su pueblo Israel, es la misma, y podemos confiar en ella. Entrega hoy, en estos momentos, todas tus cargas en las manos de aquel que prometió sostenerte. Hoy te invito a orar.


Escrito por:

Bryan Daniel Quispe Cipriano













Stanic Misael Coronel Goicochea


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