El Salmo 111, es un Salmo de alabanza que se basa en las obras redentoras de Dios. Pero en esta ocasión nos enfocaremos en el vv.10 “El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; su alabanza permanece para siempre” (LBLA). Para el mundo secular la sabiduría se basa en los logros humanos, en los seminarios o en los títulos profesionales conseguidos; pero para el salmista hay un solo comienzo, bien podríamos decir un solo camino hacia la sabiduría.
¿Cuál es este camino? ¿Por qué deberíamos seguir este camino? “El temor de Jehová no sólo es el primer paso en la adquisición de todo verdadero conocimiento sino también la esencia del mismo. Si el conocimiento no nos induce a entregar la vida a Jesucristo, ha errado su verdadero objetivo”.[1] Para entender cómo llegar a andar en este camino, primero debo entender que es el “temor del SEÑOR”. La palabra hebrea traducida como “temor” también puede significar “reverencia” hasta incluso “adoración”. Por lo tanto, esto nos hace notar que el temor del SEÑOR es la actitud reverente, compuesta por adoración y gratitud. Esta condición la alcanzan aquellas personas que han comprendido su propia indignidad, ya que para alabar a Dios se necesita sepultar el YO. “No llaméis inteligente a nadie que no tenga la sabiduría de elegir al Señor Jesucristo, [que es] luz y vida del mundo. La excelencia de una persona depende de que posea las virtudes de Cristo” (Ellen White, carta 106, 15 de julio de 1902).
Ahora es el momento de comprender un principio fundamental para nuestra vida. El temor del SEÑOR, no es exclusivo para un solo día; sino está relacionada a toda nuestra vida. Al leer “buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos” es importante resaltar la “práctica”, en otras palabras obediencia; y notar que el practicar estas verdades nos harán personas capacitadas para toda buena obra (2 Timoteo 3:17). Hoy más que nunca es necesario reverenciar al SEÑOR, practicar sus mandamientos, y recibir la paz que proviene de él. El pueblo de Dios sabrá guardar sus mandamientos hasta el fin.
[1] Francis D. Nichol y Humberto M. Rasi, eds., 1 Crónicas a Cantares, trans. Víctor E. Ampuero Matta y Nancy W. de Vyhmeister, vol. 3, Comentario Biblico Adventista del Séptimo Día (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1994), 961.
Escrito por:
Bryan Daniel Quispe Cipriano
Stanic Misael Coronel Goicochea
Comments